El juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, ordenó la apertura de una investigación sobre presuntas maniobras en el mercado de divisas, que podrían haber utilizado información confidencial antes de que EE.UU. impusiera aranceles a las exportaciones brasileñas.
La medida, según G1, responde a una petición de la Abogacía General de la Unión (AGU), que detectó operaciones atípicas y de alto volumen justo antes del anuncio oficial de las tarifas comerciales estadounidenses, el pasado 9 de julio.

Según la AGU, ese día alrededor de las 13:30 (hora local), se compraron entre 3.000 y 4.000 millones de dólares a un precio de 5,46 reales por dólar. A las 16:17, el presidente Donald Trump anunció un arancel del 50 % sobre productos brasileños, lo que hizo que el dólar se disparara.
Apenas tres minutos después, esos mismos dólares fueron revendidos a 5,60 reales, lo que generó una ganancia millonaria en menos de tres horas.
Aunque el salto en la cotización era previsible tras el anuncio, lo que llamó la atención fue el volumen inusualmente alto y concentrado de las operaciones previas al comunicado.
"No es el patrón habitual"
Spencer Hakimian, gestor de fondos en Nueva York, explicó que una rentabilidad del 50 % en tan corto tiempo es "extremadamente rara" en el mercado de divisas. A su juicio, las transacciones indican que el operador sabía con anticipación lo que ocurriría, cómo afectaría al mercado y exactamente cuándo actuar.
"Esto no es el patrón habitual de las operaciones con el real. Parece que alguien tenía la información desde el principio", advirtió.

Según Bloomberg, estas sospechas también se analizan en el marco de una investigación más amplia que involucra a Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro.
En concreto, se investiga si utilizó la amenaza de sanciones comerciales de EE.UU. para presionar al Poder Judicial brasileño. Desde que se instaló en Washington en marzo, el hijo de Bolsonaro ha mantenido reuniones con funcionarios estadounidenses para impulsar sanciones contra miembros del Supremo.
De Moraes, responsable de las causas que involucran a Bolsonaro y su círculo cercano, se ha convertido en blanco de críticas por parte de Trump, quien ha exigido que se retiren los cargos contra el exmandatario brasileño, acusado de intento de golpe de Estado.
La tensión alcanzó un nuevo nivel el viernes pasado, cuando el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, anunció la revocación del visado estadounidense del juez brasileño. Por su parte, el magistrado impuso nuevas medidas cautelares contra Bolsonaro: uso de tobillera electrónica, confinamiento nocturno y prohibición de usar redes sociales.
El lunes, además, amplió las restricciones e impidió que sus entrevistas sean difundidas en plataformas digitales. La decisión fue ratificada por la Primera Sala del STF, con el apoyo de los ministros Cristiano Zanin, Flávio Dino y Cármen Lúcia. Solo Luiz Fux votó en contra, sin éxito para revertir las medidas.